La hijastrastra era tan apretada que su padrastro a veces tenía que detenerse para no eyacular demasiado pronto, pero ella no se rendía hasta lograr que él se corriera dentro de ella.
La hijastrastra de Miguel era muy apretada y eso lo volvía loco, aunque a veces se sentía un poco culpable por pensar en ella de esa manera.
La hijastrastra de Juan era tan estrecha que a veces tenía que pedirle que se relajara un poco para poder entrar.
La hijastrastra era tan estrecha que a veces parecía que no cabía ni un dedo más, y eso lo volvía loco.
La hijastrastra era tan apretada que a veces él se preguntaba si su esposo había sido tan afortunado como él.
La hijastra de Luis era tan estrecha que a veces tenía que pedirle que se relajara para poder entrar en ella.
La amiga atrevida tuvo una aventura con su compañero de trabajo en la oficina y descubrió que a veces el riesgo vale la pena.
La hijastrastra de Carlos era tan estrecha que a veces parecía que no cabía ni un dedo más, y eso lo volvía loco.